De nuevo puedo escribir para agradecer un nuevo apadrinamiento. Esta vez es Riya, una niña de 7 años, la que es apadrinada. Sus padres padecen la estigmatizante enfermedad de la lepra y están en un leprosario fuera de la ciudad. Se trata de una familia muy pobre que tuvo que salir a la calle a pedir limosna para poder subsistir. Afortunadamente, gracias a la ayuda de EAAWS su situación de precariedad ha mejorado, y ahora, gracias al apadrinamiento de Íñigo seguro que mejora todavía más.
El apadrinamiento muchas veces genera una relación muy especial entre padrino y apadrinado, espero que esta vez sea así y que se cree ese vínculo especial.
Gracias. Y como dice Michael, bienvenido a nuestra pequeña familia.
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